

El día 1 de mayo fui a Arévalo (Ávila) porque mi padre quería ver tractores, coches, antigüedades...
En la tienda de antigüedades había máquinas de escribir, colecciones de billetes, esculturas, y lámparas y juegos de antes.
Más tarde, entramos en una carpa con diferentes puestos donde había rosquillas, helicópteros y coches de juguete, cuchillos,trapos para limpiar, brujas y duendes de la suerte, plantas, pájaros...
Después, vimos tractores muy grandes y maquinaria que ayudan en la siembra y recogida de la cosecha para hacer al agricultor su trabajo más fácil.
Al principio creí que iba a ser un aburrimiento pero luego me lo pase muy bien porque monté en colchonetas y jugué al baloncesto en un castillo hinchable, Por eso, al próximo año quiero volver.
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